– A FONDO –

¿Cuéntanos más sobre Juan, «El Juana», tu paso por Europa y cómo llegas a Sevilla?

El Juana nace en Madrid de unas amigas que le cambiaban el género a todos los nombres. Con el tiempo pasó a ser mi sobrenombre artístico y lo llevé conmigo por donde quiera que iba. Lo mismo me pasó con el flamenco, me picó el bicho y se convirtió en mi pan de cada día. Tanto fue así, que empecé a ganarme la vida en Alemania cantando para el baile. 

De siempre había sido cantautor, compositor y letrista;  y esa había sido toda mi vida. Hasta que conocí el cante y se lo llevó todo por delante. Con el tiempo me di cuenta de que si quería seguir ese camino tenía que vivir en Sevilla.

¿Qué aspectos de la tradición flamenca podemos encontrar en el álbum?

Código Jondo es una fusión entre música electrónica y flamenco. En su vertiente flamenca encontramos los ritmos flamencos, los palos, la guitarra el cante y otros aspectos conceptuales conseguidos a través de efectos sonoros como lo son el taconeo o el sonido del martillo sobre el yunque.

¿Cuáles son tus referencias a la hora de crear el nuevo disco?

Por un lado hemos procurado beber de las producciones antiguas donde se interpretaban los cantes de manera fidedigna respecto a la tradición flamenca pero con toques vanguardistas, como en el caso de Camaron o Enrique Morente, y por otro hemos estado siguiendo de cerca la vanguardia de la fusión flamenca actual, desde lo más conservador hasta lo más mainstream. Entre otros podemos nombrar a Israel Fernández, Rocío Márquez, Califato 3/4 o a Rosalía.

 ¿En qué consiste esa deconstrucción del flamenco exactamente?

Hablamos de deconstrucción porque estamos tratando de sintetizar un arte muy extenso y muy complejo, como es el flamenco, para mezclarlo con la contundente simplicidad de la electrónica de clubes. Hemos dado el primer paso, pero aún queda camino por delante.

Uno de los principales rasgos que os caracteriza es que os mantenéis fieles a los palos flamencos ¿ha sido difícil este proceso creativo para fusionar la electrónica con la pureza de los palos?

Es algo muy difícil de conseguir y que nos está llevando tiempo y algún que otro quebradero de cabeza. Primero porque conlleva una maestría del cante y un conocimiento del flamenco muy profundo, tanto por las rítmicas, como por las melodías o por los conceptos con los que jugamos. Y segundo porque hay momentos en los que uno no puede evitar crear sin filtro alguno o sin referencia alguna de lo tradicional. Eso al final es lo más sencillo. Coger una base rítmica, meter unas palmas, coger una guitarra flamenca y empezar a hacer música sin pies ni cabeza. Lo cual puede ser un bombazo. Sin embargo, nosotros queremos llevar a la pista de baile una fusión de electrónica potente pero con elementos de la tradición flamenca para que no se diluya su esencia primigenia.

¿Cómo se os ocurrió invitar Zesar Bahamonte para integrar su  en la propuesta visual para los singles y el álbum?

Veníamos con la idea de crear una imagen innovadora para Código Jondo. Queríamos contar con elementos de la electrónica y elementos muy rollo de literatura antigua o romántica y tratar de reflejar en nuestra propia imagen corporativa la esencia de nuestro proyecto. Al final en las idas y venidas de la escena sevillana nos encontramos con Zésar y vimos claro que era él, el sevillano que necesitábamos para plasmar con su gráfica inigualable los conceptos de nuestros temas. No nos equivocábamos. Ha sido un honor y un placer haberlo tenido a nuestro lado. Solo hay que ver las portadas.

¿Cómo surge la idea de crear vuestro primer álbum Taifa Norte?

Cuando vivía en Berlín, conocí a Juan el Juana que él estaba en Colonia, y empezamos a trabajar en algunas canciones para tocar en directo con mi proyecto de Castora Herz, y bueno, ahí descubrimos el potencial que tenía y decidimos hacer un proyecto específico, luego cuando tuvimos unos cuantos temas decidimos hacer un disco.

¿Cómo fue el proceso creativo del disco?

El proceso creativo ha sido similar en todos los temas. Nos juntamos Juan y yo, componemos un esqueleto del tema, con la base rítmica del palo flamenco que queríamos hacer, grabamos un primer boceto de la voz principal y luego ya me quedo yo con el material trabajando, y tratando de adaptar cada tema a un estilo de música electrónica o urbana en cuanto a sonidos, cadencia o espíritu. Luego le pasamos las cosas a Dennis que graba sus guitarras. y bueno, online vamos afinando los detalles y los matices y finalmente quedamos en mi estudio en Ampudia y Juan graba las voces definitivas.

¿Qué te llevó a explorar la fusión entre el flamenco y la electrónica para este nuevo álbum?

El flamenco siempre ha sido algo que me ha interesado dadas mis raíces gitanas (mi bisabuelo era gitano), y dado que mi búsqueda en los últimos años ha sido la de la mezcla de música tradicional con electrónica pues era un paso natural.

¿Qué desafíos te encontraste como productor al fusionar el cante jondo y la electrónica?

El desafío de tratar de hacer temas electrónicos que se puedan bailar en una pista de baile para la gente que no es conocedora del flamenco, pero a la vez sin perder las señas de identidad del tipo de palo que estamos tocando y que alguien conocedor pueda reconocerlo perfectamente. El desafío es que la misma canción se pueda bailar con los códigos de la electrónica o con los códigos flamencos indistintamente.

¿Os definís como «un tablao futurista» ¿creéis que esta fusión musical puede llegar algún día a los tablaos más tradicionales? ¿Cómo será el futuro del flamenco?

El tablao es un lugar donde se conserva la pureza del flamenco y así está bien que ocurra. Nuestro espectáculo está pensado para un escenario o una pista de baile. En todo caso el futuro del flamenco será por un lado, seguir buscando la pureza y las maneras de cantar de los viejos y por otro seguir influyendo y dejándose influir por otras músicas contemporáneas como siempre ha hecho.