El collage como inspiración
NOS FLIPA
Laura Vinós
Laura expone en We Collect, hasta el 1 de septiembre, como siempre, nos encanta buscar dentro su obra.
“Uno de los intereses del espectador debe ser en buscar dentro de la obra, en ese juego libre de fantasía y entendimiento”. Laura Vinós
En mi trabajo parto siempre de una historia personal o un elemento literario o narrativo que me sirve de motor de arranque. A veces esto mismo se incluye en la obra, incluso en el título de la misma, como ocurre con «Crescendo: se ruega no moletar durante los ensayos» – frase extraída de Poldi, narración corta/ cuento de Carsson McCullers.
Este enfoque poético de conformar mis obras destaca su intención simbólica, generando siempre un todo abundante en sugestión, incitando a conjeturas en cuanto a lo que se narra (no deseo encerrar la obra en una interpretación concreta o específica). Con esto entiendo que uno de los intereses del espectador debe ser en buscar dentro de la obra, en ese juego libre de fantasía y entendimiento.
En «Crescendo: Se ruega no molestar durante los ensayos» el objeto representado o escogido (un tiovivo) se deshace frente a la significación popular que lo identifica para concederle otra interpretación simbólica ( la de »caja de música») y asociarlo, como metáfora, a una experiencia personal.
El relato visual para contar, en este sentido, no ilustra, sólo muestra: el objeto se halla superpuesto a un fondo donde se hallan formas fragmentadas y distribuidas en un orden alusivo de rótulos y geometría. La yuxtaposición visual de los elementos, imágenes y signos que escondo (por ejemplo, la intención representativa de un piano, que está plasmado a medias) y el montaje general de la imagen interrumpe el contexto en el que se inserta la »caja de música». Es así como me interesa evocar a la imaginación y el subconsciente popular y además, jugar con las posibilidades plásticas de la pintura.
De pequeña jugaba con siluetas de papel recortadas que dibujaba y coloreaba yo misma; los personajes hablaban entre sí, se enamoraban, etc. jugaba como se juega a las muñecas. A veces los disponía en la mesa, creando una especie de collage de figuras recortadas sin ensamblar. Ahora, a la hora de pensar las obras, he tomado un poco esa forma creativa y lo que hago es realizar primero un fotomontaje con todos los elementos visuales que me interesan para así conformar la imagen- tener una idea de si compositiva y cromaticamente la imagen funciona, usar el fragmento como elemento visual. Por supuesto, luego los objetos que plasmo pueden cambiar de sitio y el resultado ser distinto: la pintura habla en este sentido en su propio idioma según estoy trabajando y esto mismo, el escucharla y tomar decisiones según se va conformando la obra, es una de las cosas que
más me gustan de pintar.
En el estudio de Ana Barriga durante la beca I AM
Sí que es cierto que encuentro en el collage una verdadera inspiración compositiva, pues recrea la manera perfecta de emparejar realidades o espacios aparentemente irreconciliables. En este sentido, hablando de referencias, cada vez me siento más atraída al trabajo de artistas como Schwitters, Jasper Johns, Raucherberg- y sus acertijos plásticos- o Max Ernst, el que considero un auténtico recolector de imágenes y objetos que sabía concederle a sus obras esa dimensión enigmática que tanto me apasiona, conformando nuevas realidades ambiguas.
Otros referentes son para mí Luis Gordillo, artistas pertenecientes a la Nueva Figuración Madrileña y por supuesto Picasso, Matisse o Van der Weyden- del que admiro profundamente su uso del color.
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