Dalila se presenta con esta particular versión, con la intención de poner sus raíces en el mapa, de homenajear la música y artistas locales, a las canciones que siempre han sonado en su casa y en cualquier sarao familiar.

Según nos cuenta, el grupo “Los Pileños” nace a principios de la década de los 70’s, época en la que las sevillanas y música folclórica gozaban de gran popularidad, existiendo una auténtica escena y florecer de agrupaciones en los pueblos con gran tradición rociera como: Los Romeros de la Puebla, Amigos de Gines, Los Doñana, Brumas, Marismeños, entre otros muchos).

El videoclip, es dirigido por Fedora Varsaw, en el que la directora granadina nos brinda una genuina ilusión audiovisual, con tintes mitológicos, a través del uso de la técnica de cromas, en los que entremezclan paisajes naturales, cascadas, tormentas, todo ello guiado con el tintineo de un “instrumento” de cristal, presente durante la mayor parte del metraje y que en palabras de la directora, sirve para “tocar” las aguas o para adormecer las corrientes, una especie de idiófono engarzado a las uñas, inspirado en el órgano de cristal, en las campanas tubulares.