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ARTE 8

Ana Langeheldt

Obra: Acrobacia Visceral.
Lápiz y gouache blanco sobre papel. 60 x 40 cm. 2020

 

“Lo que más me enganchó fue la sensación tan fuerte de pertenencia a un círculo, el sentir ese respeto hacia tu trabajo por un colectivo tan grande, el ritual de ir a pintar, los lazos que hacías con otras personas de fuera por el mero hecho de pintar graffiti”.

Háblanos de “Acrobacia visceral”.

Acrobacia Visceral es un dibujo a lápiz sobre papel de medidas 60 x 40 cm. Es una obra que realicé en 2020 para la obra colectiva 101 que se realizó en Montana Gallery Barcelona, comisariado por Anna Dimitrova, en febrero de ese mismo año. La última Expo en la que participé previo confinamiento y previo a todo esto que estábamos viviendo. Ahora la miro y parece que fue una especie de cuadro que preveía el futuro que vendría. Hacía un tiempo que estaba realizando una serie y no estaba siendo siquiera consciente de ello. En esta serie de trabajos en cuestión siempre aparecen figuras de mujer tapándose los ojos o la cara con las manos, de los cuales brotan, escapan, diferentes elementos ( la primera obra de esta serie , de la que he sido consciente más tarde la realicé allá por 2014, pero en este caso los elementos salían del pecho). Estos trabajos representan momentos de agobio, el interior, lo exterior, los ciclos, la intimidad, la invisibilidad… En Acrobacia Visceral quise cambiar la referencia de la figura por una imagen mía y que pasara a ser un autorretrato para hacerlo aún más personal. Un relato en primera persona que muestra esa explosión íntima de todo lo que va dentro de esta cabeza. Soy una persona muy visceral y a la vez es como entiendo el arte. Es como me expreso y como lo hago cada vez que realizo algún trabajo. Tiene que doler, tiene que mover algo dentro, cada trabajo tiene que ser una extensión mía y me gusta sentir así el trabajo de otros. Sino no me interesa. Lo de la acrobacia viene por el momento circense que muchas veces adquiere todo esto de los circuitos, los círculos y demás. Es una manera de demostrar algo, un truco difícil, algo arriesgado, un salto sin red. A veces aunque se sepan hacer acrobacias y pongas todas esas vísceras en el asador entran ganas de taparte los ojos para no ver lo que pasa ahí fuera, esconderte, mandar el circuito a paseo, cortar los cables y hacer una candela. 

¿Trasladarse a un formato pequeño es un reto? ¿Te sale natural?

El formato pequeño es un formato, unas medidas, sin más. Yo trabajo formato grande igual que trabajo formato pequeño, o mediano, y viceversa. Lo preocupante sería que un artista solo fuese capaz de afrontar un tipo de formato.

La experiencia de pintar en la calle. ¿Qué te enganchó? ¿Cómo empiezas?

Empecé más tarde de lo que hubiese querido, en el año 2001, mientras estudiaba Bellas Artes. Un día fui con un amigo que también estudiaba Bellas Artes y ya llevaba varios años pintando graffiti, Fafa (Rafael Márquez Celdrán) y ahí empezó todo. Nos gustaba el mismo tipo de música (Hip Hop), y si te interesaba el arte de alguna manera, escuchabas esa música y te interesaba esa cultura pues iba de la mano. En esa época Sevilla era una de las ciudades más importantes en graffiti a nivel nacional y mundial, había mucho movimiento. Rápidamente me subí al carro una vez entendí la técnica de pintar con spray y rápidamente también me empezaron a considerar dentro del mundillo, digamos que me hice un nombre rápido (Lahe178 era mi nombre dentro de este mundo, un resumen de mi apellido). En esa época lo normal era pintar con spray, y yo llevaba muchos años pintando y dibujando en casa (pinto desde muy pequeña), además de estar estudiando en la facultad, entonces solo tuve que adaptarme a la técnica, a partir de ahí fue todo rodado. Lo que más me enganchó fue la sensación tan fuerte de pertenencia a un círculo, el sentir ese respeto hacia tu trabajo por un colectivo tan grande, el ritual de ir a pintar, los lazos que hacías con otras personas de fuera por el mero hecho de pintar graffiti, las situaciones que vives ya que pasas mucho tiempo en la calle pintando (esto también te da una picardía y una sabiduría extra). Supongo como resumen que fue la sensación de libertad y la acogida, además claro que el formato. Habría que decir que cuando empecé y muchos años adelante pintaba solo graffiti que no es el mismo concepto que hay ahora del arte urbano o pintura mural (en lo cual he terminado desembocando) . En mi caso acompañaba las “piezas” (letras) de mis amigos realizando caracteres (personajes, fondos). A día de hoy el arte urbano, donde han desembocado muchos compañeros y amigos de aquella época, está bien visto, es incluso exótico y antojadizo y mucha gente quiere subirse al carro de hecho. Pero lo que hacía en esa época era otra cosa que me ha educado y me ha ayudado a hacer lo que hago ahora mismo. 

Detalle: Acrobacia Visceral
Lápiz y gouache blanco sobre papel. 60 x 40 cm. 2020

Háblanos de la escena del street art andaluz y español.

El arte urbano en Andalucía tiene grandes referentes a nivel español y mundial, en verdad es algo que ha pasado siempre, pero también ha pasado lo típico, que muchos de estos referentes están considerados fuera de Andalucía o de España. Artistas como Manolo Mesa, Virgina Bersabé, Emilio Cerezo, Dafne Tree, Rafael Gómez (Fafa), Isaac Malakkai, Alberto Montes, Zesar Bahamonte, (y muchos más). Artistas con una investigación, un proceso y trabajo de fondo, de estudio y de calle, muy interesante y que desgraciadamente no son/somos (me incluyo con toda la cara) profetas en su/nuestra tierra. A nivel nacional hay una cantidad de artistas urbanos con una calidad excelente. Muchos de ellos con estilos artísticos muy distintos yendo de la abstracción total a la figuración pictórica clásica al más puro estilo Velázquez. Es maravilloso y muy inspirador.

También hay muchísimos festivales y municipios que están apostando por llenar sus calles con este tipo de intervenciones artísticas y esto está haciendo que despierte muchísimo el interés por todo esto. Lo más peligroso de este florecimiento y ese interés es el exceso, el caer en lo “mainstream”, en lo comercial y que entonces empiece a decaer la calidad en detrimento del negocio. No puedo negar que es un poco doloroso después de todos estos años ver el intrusismo en algunos casos y cómo se ve en todo esto una especie de gallina artística de los huevos de oro. Muchos quieren ahora pintar murales y hace diez años los mismos no tenían ningún interés ni curiosidad en ir a ensuciarse la ropa un día cualquiera a unas ruinas, por ejemplo, por amor a ese mismo arte, es curioso. Ahora hay muchas ferias, galerías y comisarios que apuestan por artistas que vienen de o practican el arte urbano además de tener un trabajo de estudio, supongo que porque es lo más parecido a un movimiento artístico de vanguardia ahora mismo que ya está todo inventado. Lo que pasa u observo en muchos de estos casos es que cojea a veces la base de conocimiento de arte urbano real, de su historia, de sus participantes, quizá porque siempre ha sido algo underground y aún es algo que se está desarrollando.

También pasa que cualquiera que haya pintado en la calle puede decir que es un artista creado a sí mismo (al ver esa misma gallina de los huevos de oro), sin haber tenido entonces (cuando sólo pintaba en la calle) inquietud artística ninguna y dársele valor a cualquier cosa que estos individuos hagan ahora por el mero hecho de haber pintado en la calle en algún momento. El caso contrario también existe, el artista de estudio que le da por hacer cositas en la calle y ya se identifica como artista urbano. Es complicado y bastante delicado, da para debate jajaja. Igual me fui por las ramas en esta pregunta, porque esto pasa en Andalucía, en España y en todo el mundo. 

“Soy una persona muy visceral y a la vez es como entiendo el arte. Es como me expreso y como lo hago cada vez que realizo algún trabajo. Tiene que doler, tiene que mover algo dentro, cada trabajo tiene que ser una extensión mía y me gusta sentir así el trabajo de otros”.

Mujeres y street art.

Hay muchas mujeres, muchísimas! Pero sigue siendo algo mayoritariamente de hombres o mejor dicho, hay mayor representación masculina. He de decir también que hay muchos hombres, pero muchos con malos trabajos muy conocidos y reconocidos, y muchas mujeres buenísimas que no las conoce nadie. Eso cómo se come, porque yo no lo comprendo. Porque lo lógico sería, hay menos mujeres, pero mira las que son como son, y que estuvieran en todas partes, pero que algunas ni se conozcan. A día de hoy aún llega a mis oídos la frase: “Es que no hay mujeres que pinten”. “Es que no sé de ninguna mujer“. “Es que no caigo en ninguna mujer”. La más dura que he escuchado (ésta frase viene del mundo del graffiti, no del mural): “Es que no hay tías que pinten bien”. ¡Toma ya!. Es ridículo. ¿El trabajo de los comisarios no debería ser el de saber qué se mueve?. Ahora es fácil con las redes… Muchas veces hablo con compañeras del arte urbano y estas frases se repiten constantemente desde hace años, todas las escuchamos. Es inevitable ver ciertas actitudes, en según qué círculos, hacia artistas mujeres como de vacío. El ver siempre listas de hombres en según qué galerías “expertas” en arte urbano, y sentir como si hicieses un arte menor, o menos válido o algo. 

Luego están las exhibiciones, y ahora por extensión exposiciones, sólo de mujeres, es algo delicado esto. Galerías, espacios y asociaciones, etc. Que hacen exposiciones solo de mujeres en según qué fecha y no apostando apenas por el trabajo de mujeres el resto del año. O exposiciones solo de mujeres, pero con un criterio y una calidad de trabajos regular. Esto pienso es contraproducente. A estas alturas ya se debería saber de qué va el rollo, agruparnos por sexos no está bien. Debería dar igual, que haces una exposición de mujeres, que hagan todas un buen trabajo. ¿Por qué no? ¿Alguien se extraña cuando son todos hombres? Sin embargo solo de mujeres porque tiene que ser solo de mujeres…no. También están las anécdotas, por ejemplo el momento de estar pintando subida en la grúa y que pase algún señor y diga: “¿Tú sola?” Esto es inevitable, siempre pasa. Dudo que le haya pasado a algún compañero, y los conozco bastante más enclenques… jajaja. He de decir también que a día de hoy la cosa va cambiando poco a poco, se va educando y al menos más de uno se para a pensar. Menos mal que está pasando en el siglo XXI y no en el XXII. 

También he de decir que la generalidad con los compañeros es de respeto hacia el trabajo de las compañeras y trato igual, pero sería hipócrita decir que lo otro no pasa nunca. Siempre que se trata este tema de géneros en el arte urbano o en el arte en general se limita el debate a hombre/mujer, y a día de hoy habría que diversificar mucho más, ya que supongo que hay otros colectivos que también lo tienen complicado si nos ponemos a mirar con esa lupa. Yo al final me quedo con todas las compañeras que conozco, a las que sigo conociendo y a las que sigo descubriendo, las cuales, todas ,son íntegras y con un trabajo impecable. Nombro algunas: Dafne Tree, Virgina Bersabé, Paloma López ,Laia, Alba Trench, Lidia Cao, Millu Correch, Meri Merino, Harsa Pati, Marta Lapeña, Paloma López, Eva Mena, Lily Brick, Musa, Alba Fabre, Xoana Almar, Elisa Capdevilla, Lula Goce.

Qué sigue en tu carrera, próximos proyectos.

Pues estoy preparando un próximo trabajo para la revista Big Sur de la Editorial Hojas de Hierba, una editorial con base en Sevilla dispuesta a zarandear el mundo de la cultura desde el Sur ( con mayúscula) para el mundo. Este verano viene con algún que otro festival de pintura mural, mi primera exposición individual en Sevilla, en la galería Magasé.

Detalle: Acrobacia Visceral
Lápiz y gouache blanco sobre papel. 60 x 40 cm. 2020

¿Dónde o qué te gustaría pintar?

Hombre sin duda pintar un mural gigante libre en mi querida Sevilla. Lo de libre es porque siempre que proponen algo parecido por estos lares tiene que llevar una temática, que está bien, yo me adapto, pero no me dejan ser yo misma y contar mi historia. Siempre que paso por el río y veo esos puentes, o esos paños de edificios que hay por ahí pienso… “Ay! Si me dejasen…”. En España no me importa el sitio mientras sea bonito, me inspira mucho el campo y el mar si está cerca. En el Mundo, hombre, en Nueva York porque es “la Meca” del graffiti (que no del arte urbano), en Miami, en México, en Berlín, en Hawai, en Bombay…jaja.

¿Qué te parece Arte 8? ¿Cómo lo has vivido?

Ha sido bastante intenso. Digamos que he pasado por varias fases desde que contactaseis conmigo. En un principio no comprendía bien cómo iría, pero el sentirme rodeada de tremendas compañeras me dio mucha alegría. Todas tan distintas unidas bajo un hilo conductor. Lo que más me ha gustado creo que ha sido la cercanía del equipo de Chicha y el sentirme arropada, como si los conociera de toda la vida. Esa cercanía es muy importante para mí a la hora de trabajar con la gente y más con personas que no conocía previamente. Ansiosa por hacer más cosas y ver cómo se desarrolla todo esto. Me ha dado la oportunidad de conocer a otros compañeros artistas residentes en Sevilla a los cuales no conocía personalmente y los cuales han sido un descubrimiento total. En definitiva gratitud es lo que siento tras haber participado en este proyecto.

Ana Langeheldt es una de las ocho mujeres poderosas que forman parte de ARTE 8.

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