’Mujeres cambiándose, bebiendo café, charlando y gatos’’ es una versión del cuadro de François Boucher ‘’La toilette’’, de 1742. En 2021 hubo un concurso que organiza el museo Thyssen, llamado Versiona Thyssen, en el cual te proponen una serie de obras a versionar; nunca había participado en ningún concurso pero esta propuesta me pareció un juego muy divertido, y supe que si hacía de un cuadro antiguo mi visión, sería original. Ganó el primer premio, y fue uno de mis logros que más contenta me ha puesto hasta ahora. 

Con este cuadro además expongo los elementos que más se repiten en mi obra y más me caracterizan; colores estridentes, mujeres desnudas y contentas, y gatos. El contraste con la magnífica obra antigua de Boucher hizo que aún quedara más llamativa, hubo hasta quejas, y eso fue mejor aún,¿ A qué buen artista no han criticado por salirse de la norma?

Siempre ando metida en varias movidas, últimamente estoy comisariando expos aquí en Sevilla con mi compi Alejandro Rojas, en Lab, donde imparto mis talleres de creatividad. Me apetece reunir a artistas en colectivas y crear vínculos. La próxima será de tatuadores de aquí. También estoy muy motivada haciendo textiles, hice este invierno bufandas con mi amigo Zesar Bahamonte y triunfaron, y voy a hacer unos pañuelos preciosos para primavera. A parte, estoy pintando muchos murales, uno que me hace especial ilusión lo pintaré en el Alquimista Coffee Lab, en Mairena, que estoy haciendo muchos murales en colegios y me apetece un encargo para el público adulto también, por pintar un estilo naif me suelen avisar más para el público infantil. Y lo más importante y lo que más me apetece es ponerme a pintar cuadros de formatos más grandes, y pasearlos por ahí. 

Esta pregunta es algo complicada y muy personal, pero para mí siempre ha sido ser fiel a mí misma y a mi creación, y ganarme la vida con ello. No quiero ser famosa ni ganar mucho dinero. Quiero ser Meri Merino, pintar lo que me dé la gana, y tener un círculo de personas (menor o mayor), al que le guste de verdad mi obra y mi producto. Cada vez siento que tengo un público más humano, más real, y que de verdad le gusta lo que hago, y le gusto yo. Al impartir talleres y ser sociable. me separo poco de mi obra, y me gusta la idea de tener en el futuro una serie de personas que consuman mi obra a los que aprecie y ellos aprecien su valor. Siento de verdad mucho cariño por todos y todas los que me siguen y me compran cosas, me siento muy afortunada. Afortunada por tener un estilo infantil, con el cual es más difícil llegar a todos los públicos, y por tener a esas personas a las que si les llega y gusta.

Siempre he improvisado. Mucho. Afronto una obra poniéndome música que me gusta, y empezando a poner colores, a dibujar y colorear, sin pensar. Hay veces que ya voy con una idea que me ha venido a la cabeza, pero suele quedar bastante distinta a lo que me imaginaba, o simplemente acabo haciendo algo que no tenía nada que ver. Hay veces que para afrontar un cuadro más grande, dibujo un poco la composición y colores que voy a usar, pero incluso haciendo eso, la mayoría de las veces me acabo yendo por las ramas e improviso algo. Realmente creo que mi proceso pintando es ir cometiendo errores y solucionándolos sobre la marcha. Algo que también me caracteriza mucho de mis compañeros y compañeras, desde la universidad, es que pinto tremendamente rápido. Es algo que me ha causado cierta inseguridad durante mis estudios, porque parecía que si eres más lento y tardas tres meses en hacer un dibujo lo hacías mejor, con más detalle. Es cuando tuve un profesor de dibujo, Daniel Bilbao, que me dijo que hiciera tres en una clase, que me salían mucho mejor cuando los hacía a mi ritmo, y ahí asumí que mi gesto y mi rapidez eran frescura, e intenté potenciar ese gesto fresco y espontáneo en la manera de afrontar mis pinturas y dibujos. 

Mi visión es que en Sevilla hay una barbaridad de artistas de una calidad alucinante. Recuerdo pensar hace años que no había nada ni nadie aquí, e ir descubriendo la cantidad de maravilla de creadores que esconde la ciudad. Es cierto que hacen falta más espacios y galerías que potencien a los artistas locales, hay poquísimas, y las que hay más importantes, exponen a mucha gente de fuera. También hay un poco de falta de un concepto más colectivo, hay artistas maravillosos y maravillosas que no se conocen, funciona de una  manera muy individualista o por grupos pequeños, talleres de cuatro o cinco personas, pero no se conocen entre ellos. En la escena Sevillana en resumen veo personas maravillosas, artistas de extrema calidad, pero mucha falta de colectividad y espacios para que expongamos y crear redes. No hace falta que nos vayamos a Madrid, hace falta que aquí podamos hacer cosas guais entre todos. 

Sí, es verdad que aún soy muy joven. En el futuro me gustaría recortar un poco los talleres que imparto, dar algunos (porque seguiré queriendo pintar con niños y enseñar a los adultos a relajarse y potenciar su creatividad mediante la pintura), pero que sean sueltos y puntuales; y centrarme más en mi pintura. Aspiro a vivir en el campo pronto con mi pareja, tener una casa preciosa y muchos animales, y dedicar las horas a pintar, y entrar en mi mundo aún en más profundidad, ser una pintora al cien por cien. Tener una habitación enorme con varios lienzos gigantes e ir pintando varios cuadros a la vez, y luego, pasearlos por ahí y venderlos. Y cuando me apetezca estar con niños y adultos, volver a la ciudad a impartir mis talleres, que espero que para la fecha, los esperen con ganas. 

Mmmmm, por gustarme imagino que en todos los sitios importantes. Seguro que sería muy feliz. No voy a mentir. Pero la verdad es que no voy a esforzarme mucho en contactar con galerías famosas en ciudades grandes, ni a intentar conocer gente por ese tipo de interés. Si surge un proyecto bonito con una galería que me contacte, seguro que lloro de felicidad, pero si imagino en grande pienso en la respuesta de la pregunta anterior.
Me encantaría pintar cuadros con todo mi cariño y venderlos a gente que de verdad los quiera.
Y, si por el camino consigo verlos todos juntos en un sitio precioso con paredes blancas, en alguna ciudad bonita, que lleve gente genial a los que le guste mi obra, seré muy feliz.

Al principio ni siquiera entendía bien de que iría esto, luego fue creciendo y vi que estaba formado por gente encantadora, a los que de verdad le gusta mi obra, y que tenían ilusión por hacer este libro y por conocernos. Como bien he dicho en la respuesta anterior, este tipo de propuesta son las que me hacen feliz. Me ha hecho muchísima ilusión estar entre esta selección de artistazas, me gusta también representar el arte naif de este equipo, y me ha hecho crecer bastante el estar entre ellas, las admiro a todas; conocía sus obras, pero a muchas de ellas no, entonces para colmo nos ha hecho conocernos entre nosotras. Me siento muy afortunada, la verdad. Estoy segura que me hará crecer como pintora.