LO INVISIBLE
Rendir los Machos
El esperado debut en el largometraje de David Pantaleón retoma los intereses y formas de su fértil carrera en el cortometraje: un mordaz sentido del humor, una particular visión del paisaje y las raíces ancestrales del pueblo, y un inconfundible ojo cinematográfico. Así se configura esta mezcla de western contemporáneo y road movie, en la que los dos hijos de un importante ganadero de Fuerteventura (peleados entre sí) se ven obligados a superar un desconcertante reto para poder cobrar su herencia a la muerte del padre: llevar el ganado hasta el extremo sur de la isla y regalárselo a Don Oswaldo, su mayor antagonista. Un camino lleno de giros y paradas fascinantes, entre los mil recovecos, oasis y peligros del agreste paisaje: el de la isla, y el del interior de los hermanos.
Fotos hechas por Sebastián Álvarez, productor de la película.
«El nombre de esta sección me ha hecho pensar en torno a todo el trabajo oculto, y más aun en todo ese camino en el que construyes piezas de un puzzle que igual caen en el camino, esas piezas no están en el metraje final, pero qué importante es todo ese esfuerzo para abonar el terreno donde germinará la película». David Pantaleón
Título
El viaje ha sido largo, casi ocho años desde el brotar de la idea, ha sido tan extenso que en el propio proceso todo ha ido mutando como nos hace cambiar el tiempo. Y para muestra un botón: La película en desarrollo se tituló “Dientes de leche”, en rodaje “Hombres de leche” y finalmente en montaje quedó “Rendir los machos”.
Los trompos
Teníamos escrita una secuencia que homenajeaba una película que a mí me gusta mucho, “Two years at sea” de Ben Rivers, en esa secuencia Julio hacia una balsa con garrafas de agua y se ponía a tomar el sol subido en ella en medio de un estanque. Julio se interpreta a si mismo y siempre ha sido un apasionado del motor, él es mi hermano y lo conozco bien profundo, así que ante las inseguridades que nos mostrábamos ambos, se me ocurrió cambiar la acción de la balsa por la de hacer trompos en un campo de futbol con el mercedes de su supuesto padre. Ahí encontramos un elemento en el que él se sentía seguro y aun más importante, se sentía ilusionado, por lo que las inseguridades si no se disiparon sí que se aflojaron con solo la idea de que iba a poder hacer trompos con un coche y que encima le pagarían por ello.
El trípode divino
Con este nombre llamamos a los planos cenitales estáticos qué llevamos haciendo desde hace años. Es muy interesante siempre que le explicamos a los operadores de dron qué es lo que queremos. Al principio se les gira la cabeza, el efectismo suele estar en el movimiento, pero luego quedan enamorados de esta idea.
La figuración
El trabajo de María Sanz y Patricia Álvarez como directoras de casting en Fuerteventura y Tenerife respectivamente fue fundamental, su capacidad para entender lo que buscábamos y su mano para cuidar y hacer que todos se sintieran cómodos e importantes es encomiable. La figuración dota a la película de un paisaje humano que es importantísimo para nutrir de realidad nuestro relato.
Los hermanos
Tendría tantas cosas que agradecer… pero la posibilidad de hacer una película ya es milagrosa, pero que además esa experiencia la puedas hacer con tus hermanos como protagonistas ya se convierte en un milagro dentro de un milagro, primero porque Sebastián Álvarez, el productor me diera luz verde, y luego porque Alejandro y Julio, mis hermanos, aceptaran parar su vida por un par de meses y enrolarse en algo tan desconocido para ellos como para mi una misión a Marte.
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