No sé si estoy destinada a ello por mi apellido, pero mi mayor inspiración es la naturaleza. Y “Manojito” es un claro ejemplo de ello. Resido en Sevilla, pero llevo toda mi vida a caballo entre esta ciudad y la sierra de Huelva.

MANOJITO
Ilustración

Cuando estoy allí reconecto con quien soy, sin prisas, sin juzgarme. Escuchar los sonidos del campo, el arrullo de los pájaros en el limonero, el viento que se escapa a través de los chopos, el maullido del gato vecino, el murmullo de las conversaciones de las señoras, ancianas, curtidas que van cuesta abajo y cuesta arriba cada día. El olor de las higueras y las amarilis, el sabor de las moras y los peros crujientes, el agua fresca de las fuentes… Todo te envuelve y te mece en un tiempo genuino, distinto. Donde eres de verdad tú.

MANOJITO
Detalle

MANOJITO
Proceso

Oficialmente soy diestra, pero hace aproximadamente un año que empecé a dibujar con la izquierda. Por probar, por tener una alternativa (ya que llevo años arrastrando problemas en mi brazo derecho). Y resulta que aquello me desbloqueó. Antes siempre tenía que tener una línea limpísima, un poquito aburría. A mí misma me daba rabia, sobre todo porque me costaba mucho trasladar lo que me imaginaba o lo que veía al papel, pero la perfeccionista que hay en mí no me dejaba improvisar. ¡Hasta que cambiar de mano boom! ¡Me abrió la mente y el dibujo a nuevos niveles! No se me da mal, todo hay que decirlo, pero ahora las líneas van, vienen, un poco a su antojo bajo mi mirada que se sorprende a cada paso. No existe la perfección y eso es un lujo que antes no era capaz de permitirme!