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La Cantera
Miguel Barreda

LO INVISIBLE

El sillar de Arequipa

Miguel Barreda nos cuenta los 7 datos curiosos de su última película La Cantera, donde el joven Juan queda traumatizado tras presenciar la muerte de su padre, un trabajador de las canteras de sillar de Arequipa.

«Antes de iniciar el rodaje se hizo un pago a la tierra, para contar con la anuencia de los espíritus tutelares del entorno de las canteras». Miguel Barreda

Don Seferino

Durante las pruebas de vestuario, el fallecido actor Arcadio Ramos (quien participó anteriormente en nuestras películas  “Encadenados”  y “Ana de los Ángeles”) llegó al local de la productora y esperó a que Monserrat Buscaglia, la vestuarista, lo llamara para probarse su vestuario. Tras unos minutos, Monserrat vino a decirme que Arcadio no le hacía caso, que ella lo estaba llamando y llamando y que él no iba a probarse el vestuario, ni le respondía. Yo me acerqué a Arcadio, y lo vi con la mirada perdida. “Arcadio», le dije, «¿qué sucede? ¿Por qué no le respondes a Monserrat?”. No obtuve respuesta. Lo observé unos instantes. No estaba vestido con la ropa que solía usar, sino con unos pantalones muy desgastados y una camisa sucia. “Don Seferino”, le dije, «¿sería usted tan amable de ir con la señora Monserrat para que le pruebe una ropa?”. Entonces reaccionó. Arcadio estaba “en personaje” -había llevado incluso su propia propuesta de vestuario- y por eso no hacía caso cuando lo llamaban por otro nombre.

Arcadio y el sillar

Arcadio practicó durante semanas con los cortadores de sillar para aprender la técnica de los artesanos y hacer verosímiles las acciones de su personaje. Incluso llegaba a las canteras caminando por las peligrosas rutas que siguen los cortadores de sillar bordeando las quebradas.

Pago a la tierra

Antes de iniciar el rodaje se hizo un pago a la tierra, para contar con la anuencia de los espíritus tutelares del entorno de las canteras. Un integrante del equipo que no pudo asistir a la ceremonia fue el fotógrafo Julio Del Carpio, encargado de la foto fija. El primer día de rodaje, Julio sufrió un accidente antes de iniciar su trabajo: otra persona le apretó un dedo con la puerta de uno de los vehículos de producción. La sangre de Julio fue derramada para la madre tierra y así tuvimos un rodaje libre de percances. (Tras dos semanas el dedo de Julio quedó felizmente recuperado.)

¡Estoy actuando, carajo!

John Dávila, el actor que interpreta a Carlos, en la primera toma de una secuencia en la que es atacado por el actor Enrique Casella, tras recibir el primer golpe con un tubo de utilería (de material no contundente), cayó al suelo y comenzó a dar alaridos de dolor. El actor Casella detuvo su acción de inmediato y se acercó a Dávila, para ver qué le pasaba. “¡Estoy actuando, carajo!”, le respondió Dávila.

Descenso por la colina

Para el rodaje de la secuencia en que Gabriela va a la cantera a buscar a Carlos, su hijo, ideamos acompañar su largo descenso por la colina con una cámara “flotante”. Consideramos que grabarla con un drone no era viable, por la diferencia de la calidad de imagen, y por el peligro que podría suponer para la actriz en caso de que el aparato se descontrolara. De modo que la opción era hacer descender por los aires al director de fotografía y operador de cámara, Leandro Pinto Le Roux, siguiendo el recorrido de la actriz Andrea Pani Laura. Para ello, ideamos un sistema de descenso controlado con cuerdas, de las que estaría suspendido el operador con un arnés. Contactamos a integrantes de la compañía de bomberos quienes ya nos habían ayudado en una operación anterior, y nos explicaron – en teoría – cómo podrían construir un sistema para que nuestra idea funcionara. Al momento de ejecutarla, no obstante, la seguridad del operador no estaba garantizada (al punto que casi se golpea contra un costado de la ladera), y la toma se movía demasiado. Perdimos el día de rodaje del plano más complicado y tuvimos que repetirlo en un día de rodaje adicional. Pero esta vez tuvimos la suerte de encontrar a dos especialistas en escalada, que en breve tiempo ubicaron puntos de anclaje y diseñaron un sistema con cuerdas y poleas por el que pudo descender Leandro con la cámara con mayor seguridad.

¿Asistentes de producción?

Los cortadores de sillar fueron grandes colaboradores para que el rodaje fluyera de manera ordenada y dentro del tiempo previsto. Asumieron las funciones de asistentes de producción, personal de vigilancia, encargados de logística y de habilitar caminos y paso, y obviamente participaron también delante de la cámara como ellos mismos, lo cual le dio un gran componente de autenticidad a la película.

Lebenszeichen

Durante una secuencia en la que aparece una gallina, aplicamos el método de hipnosis a gallinas aprendido en la película “Lebenszeichen” («Señales de vida”) de Werner Herzog, que consiste en sujetar al ave con el pico contra el piso y trazar rápidamente una línea recta desde la punta del pico del animal hasta una distancia de unos 30-40 cm. A partir de ese momento, la gallina se queda muy quieta o se mueve con parsimonia en dirección de la línea trazada. Adicionalmente, rociamos previamente algunos granos de comida  en el punto hacia el que queríamos que se moviera la gallina.

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