La Fuga es una librería y pretende ser una plataforma de acción social, esto es, apoyar a movimientos sociales y artísticos, fundamentalmente de Sevilla pero no solo, ser un punto de encuentro más allá de las intenciones propias de todo negocio.

Como te decía en la pregunta anterior ser una herramienta para movimientos políticos y artísticos y recuperar el oficio de librero.

La Fuga empieza en noviembre de 2004, al comienzo la idea era crear una librería-cafetería pero la idea no cuajó y seguí con el proyecto de librería.

El nombre se nos ocurrió con unos amigos poetas una noche, nos gustó el nombre y Miguel Brieva, autor del logo, propuso lo de jugar con el plural, de ahí La Fuga librerías. A posteriori se le pueden dar más interpretaciones como la fuga del trabajo asalariado o intentar ser un punto de fuga en el sentido que le dan Deleuze o Guattari.

En realidad es la calle Conde de Torrejón, los primeros tres años fue en otro local un poco más dentro de la calle, el local actual, en la esquina con amor de dios y correduría desde hace casi 14 años ya.

Todo gira alrededor del libro como caja de herramientas, a partir de ahí presentaciones, debates, recitales de poesía y encuentros varios, buena parte de ellos se pueden escuchar en la audioteca que tenemos en: https://archive.org/details/@lfuga)

La selección, creo que una librería es eso, la selección de fondo que tiene, frente a grandes cadenas y librerías que se llaman generalistas defiendo volver al oficio de librero y que una librería sea eso, tener un fondo con unos criterios y defenderlo, como llevamos hablando la fuga es una propuesta política y su fondo se basa en ello. no sólo teniendo un catálogo de ensayo político fuerte, y se intenta que sea coherente, también que la narrativa, el cómic, la poesía, o la parte de arte responda a esa función.

Acompañar a la gente que se acerca a por libros, descubrir con ellos autores o corrientes, crear actividades como punto de encuentro y de acción social, conocer a personas que admiro por su trabajo y, algunas veces, empezar una amistad.

Te digo un par de ellos: El apoyo mutuo de Piotr Koprotkin y Tea rooms de Luisa Carnés.

Barret, Sajalín, y Traficantes de sueños.

Bueno, intento, no siempre lo consigo, lo que me dicen unos amigos libreros, si te da para vivir no mires más el tema de cómo va la librería, una parte que considero no lugar común si no realidad es que la fuerza de proyectos como La Fuga es la capacidad que se tenga de formar parte de comunidades, lo colectivo es lo que da soporte y valor a espacios como esta librería, ahí se debe que esté el foco, qué puedes aportar, no sólo qué puedes recibir.

Desde hace unos meses con un par de personas estamos intentando montar El taller, un espacio de autoformación política, de visibilidad y producción teórica que sirva de herramienta a movimientos sociales de la ciudad.