“La parte de dibujar y decidirme por un motivo concreto es la más extensa e incluso difícil del proceso de trabajo, ya que generalmente la pintura, una vez planteado el motivo, la efectúo de manera bastante rápida”. Sofía

Sólo después de realizar esos dibujos y al verlos puedo establecer conexiones entre los elementos que utilizo, que suelen ser objetos cotidianos o de proximidad, formas que emulan una tridimensionalidad, patrones de un mismo motivo que se repite sobre sí mismo, tipografías… A la hora de realizar un cuadro, el proceso consiste en mirar (o estudiar) esos cientos de dibujos que he hecho hasta que encuentro uno que en ese momento siento que me sirve para el cuadro que tengo en mente. 

Mantel italiano. Berlin Galería.
Óleo sobre lienzo
195×146 cm

Normalmente no lo escojo a la primera, la imagen debe resonarme unos días (o semanas) en la retina para que me decida a pintarla. La parte de dibujar y decidirme por un motivo concreto es la más extensa e incluso difícil del proceso de trabajo, ya que generalmente la pintura, una vez planteado el motivo, la efectúo de manera bastante rápida. Sobre el cuadro voy tomando decisiones a medida que pinto, como el color o si el motivo necesita de algún elemento más, pero siempre intento que la imagen sea lo más concreta posible.

“La primera fase de mi proceso de trabajo consiste en hacer muchos dibujos pequeños en el estudio. Al no tener un planteamiento narrativo, son ideas visuales que me van apareciendo…” Sofía

La idea de la obra “Mantel italiano” surgió porque quería hacer un cuadro con un patrón de cuadrícula ajedrezada en la cual hubiese un elemento central que apareciese invertido, de manera que este fuese lo suficientemente concreto como para entenderse pero a la vez estuviese tan metido dentro del cuadro que costase algo de trabajo verlo. Lo de escoger como elemento central un plato con unos cubiertos fue porque el ajedrezado me recordó a un mantel (como he dicho anteriormente mi forma de pensar en la imagen es más visual que narrativa). 

A la hora de realizar el dibujo previo en el lienzo siempre lo hago a mano alzada y sin intentar ser demasiado rigurosa, de manera que hay cuadrículas que quedan muy irregulares respecto a otras. Me gusta esa contraposición entre lo que se presupone que debería ser un dibujo lineal más técnico pero realizado de manera imprecisa de forma que queda “mal hecho”, esto también se puede ver en otras obras de la exposición como “S/T (La proyección de una silla)” o “Sofía González”.

Al utilizar colores planos sin gradación, la forma de pintar los cuadros rojos es con un pincel pequeño dando pinceladas cortas que le confieren vibración al cuadro, a veces recuerdan a la manera de colorear una superficie pequeña con un cera o un rotulador.

Mantel italiano. Berlin Galería.
Óleo sobre lienzo
195×146 cm

Tenía claro desde un principio que quería meter en la pared más amplia de la sala un bloque grande de pinturas que fuese como el impacto visual más fuerte al entrar, colgadas sin separación entre ellas, de manera que necesitaba cuatro motivos que fueran lo suficientemente cercanos para que se entendiera esa proximidad pero al mismo tiempo lo suficientemente independientes para que funcionaran de manera autónoma y así el hecho de que cada uno fuera una obra distinta e individual estuviera justificado.

En ese sentido a medida que resolvía piezas de esa pared (la primera fue “Mantel italiano” seguida de “Sofía Gonzáles”) encontraba más dificultades para visualizar un motivo que tuviese a la vez esa dualidad afinidad/autonomía con respecto al resto.