La historia va así, andaba yo por Costa Rica y paseando un día en un lugar que se llama Monte verde, ví que estaban los bomberos bajando de las líneas de electricidad a un oso perezoso que se había electrocutado y les pregunté si me lo podían dar para encariciarlo…. nunca pensé tener la oportunidad de ver un perezoso tan de cerquita, y ya…. estaba muerto, olía bastante a quemado pero era hermoso como un oso, me lo llevé conmigo al bosque y con la ayuda y compañía de un amigo muy querido lo enterramos… lo sostuve en mis brazos como si fuera un hijo mío, le canté el mantra de Tara verde… que va así… om tare tu tare ture soha, eso se repite muchas veces, es un mantra de madre y de protección, no se bien porqué hice todo eso, solo me nació del corazón… le dí todo el amor que tenía en mis huesos, lloré por el y pensé que si a alguien querido para mí se lo encontraran por ahí muerto, tal vez la suerte haría que lo encuentre una mujer que lo trate con amor y le llore y le cante y que lo devuelvan a la tierra, aunque sea un desconocido para ella.